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jueves, 9 de septiembre de 2010

NUESTRA QUERIDA LUBINA

 Lubina. Dicentrarchus labrax (Linneo, 1758)


La lubina es el «rey» de los peces marinos, y a quien desee especializarse en su pesca le remitimos a la obra publicada por esta misma editorial: La pesca de la lubina, de la A a la Z, donde podrá encontrar de forma específica todos los procedimientos utilizados para su captura.

La lubina, al contrario que otros peces sobre los que no existe ninguna reputación elogiosa en particular, era un pez considerado «inteligente» por griegos y romanos, que le creían capaz de escaparse de una red o liberarse de un anzuelo. Los romanos lo denominaban lupus, lobo, y los griegos labrax, violento; conocido desde aquellos tiempos; Aristóteles, Hornero, Tiberio, Plinio y Pompeyo, entre otros, lo han elogiado y saboreado.

La lubina es un pez bello, esbelto y aerodinámico, extraordinariamente desconfiado y combativo, que habita la plataforma continental cercana a la costa, remontando en algunas ocasiones las desembocaduras y los estuarios. Vive normalmente en grupos o bandos hasta que adquiere un peso superior a los dos kg. Puede alcanzar alrededor del m. de longitud y pesos superiores a los diez kg. Es un predador voraz, que se alimenta de todo cuanto encuentra; otros peces, gusanos marinos, anguilas, lanzones, moluscos, crustáceos y cangrejos, pero a pesar de la variedad de su dieta, su crecimiento es muy lento.

Las hembras adquieren la madurez sexual entre los cinco y ocho años de edad, con una longitud de 35 cm. y los machos algo antes, entre los cuatro y siete años y 30 cm. de longitud. Constituye un hecho indudable que las lubinas mayores son casi siempre hembras. Es una característica sin demostrar que la lubina mediterránea crece más deprisa que la atlántica, y que mientras en ésta el desove tiene lugar al final de la primavera, desde mediados de mayo hastaprincipios de junio, en la del Mediterráneo parece producirse al final del otoño. También que la atlántica vive más años que la mediterránea. Los huevos son pequeños, de 1 a 1,2 mm. de diámetro, y los alevines tardan alrededor de seis días en eclosionar, creciendo muy rápidamente hasta alcanzar los diez cm. de longitud. Después, y coincidiendo con el invierno, el crecimiento se hace más lento, posiblemente por la mayor dificultad en encontrar alimento. Las lubinas mediterráneas pueden alcanzar los quince kg. de peso, en tanto que las atlánticas no suelen sobrepasar los diez, tratándose en ambos casos de ejemplares excepcionales.

El color del dorso es gris plomizo y los flancos plateados con reflejos azulados y verdosos, el vientre blanco. La mandíbula es grande y fuerte y dispone de pequeños dientes punzantes. La primera aleta dorsal tiene de siete a nueve radios espinosos, estando casi unida a la segunda.

Es un pez de carne estimada, lo que le ha hecho objeto de una persecución implacable tanto por los pescadores deportivos como por los profesionales, que utilizan palangres flotantes y permanentes para su captura, causa fundamental de que sus poblaciones hayan disminuido de forma drástica.

Existe una variedad, de menor tamaño que la precede, conocida con el nombre de baila y que se caracteriza por los puntos negros que adornan sus flancos, puntos que suelen aparecer también en los ejemplares jóvenes de lubina. La baila, Morone punctata, prefiere las aguas más cálidas del Mediterráneo y del Atlántico marroquí que las del Cantábrico.

La lubina es un pez de aguas someras; excepto en el período de reproducción, momento en el que busca fondos de diez a veinte m.; por lo que se le puede encontrar con mucha frecuencia a escasa distancia de la costa, pero no lo busque en aguas tranquilas, sino en cualquier zona con corrientes, remolinos, espumas o rompientes; estas condiciones la procuran las grandes cantidades de oxígeno que necesita, a la vez que la ocultan de las presas que puede encontrar, tanto en esas zonas como en las puntas de rocas avanzadas y en los pasillos entre arrecifes que afloran a la superficie; en alguna ocasión las podrá encontrar en la misma base de las protecciones costeras. Las horas nocturnas suelen ser las mejores para su pesca, y pescando en estuarios, cuando aquéllas coinciden con las de pleamar, que dificultan la salida del agua dulce. Un momento óptimo es aquel en que existe una gran corriente de reflujo hacia el mar en cualquier canal de comunicación o salida de estuario; la lubina se sitúa justo a la salida de la corriente para capturar cuantos peces encuentra arrastrados por esta corriente; es el momento crítico para capturarla con señuelo artificial. Debe pescarla en el eje de las corrientes y en las zonas donde se mezclan las aguas de salida con las de entrada.

Las mejores épocas para su pesca coinciden con los meses anteriores al verano y al invierno: abril, mayo y junio, en el primer caso; y octubre, noviembre, en el segundo; dependiendo de las zonas y de la climatología. En la primavera y desde que el buen tiempo comienza a ser estable, se la debe buscar cerca de las puntas rocosas, más tarde en las bahías protegidas, y en el otoño, en las grandes playas de arena con plataformas y fondos bajos. Desaparece posteriormente, entre diciembre y finales de marzo, volviendo a las proximidades de la costa a partir del mes de abril.

La lubina prefiere normalmente los fondos de tipo mixto, formados por pequeños arrecifes, arena y desperdicios, cerca de los diques y defensas, y en ocasiones en el interior de los puertos. Se trata de un pez territorial que defiende sus zonas de caza, y que no suele abandonarlas.

La lubina se puede pescar utilizando casi cualquier método, aunque es la presa codiciada por los pescadores de señuelo artificial al lanzado; utilizando plumas, cucharas ligeras o anguilas de goma, la recuperación debe ser muy lenta; con cucharas pesadas, la recogida debe ser irregular y rápida. Los peces artificiales, especialmente los Rápala Magnum de 14 cm. no proporcionarán casi siempre grandes ejemplares, pudiendo usarse solos o en combinación con otros señuelos.

En la mayor parte de las ocasiones, es el estado del mar y el emplazamiento donde la pesca se practique los que condicionarán el procedimiento, ya que, como hemos dicho anteriormente, éstos son diversos; desde la técnica de la gamba viva y el flotador luminoso con líneas de 18 a 20/100, hasta el surf-casting con cebos naturales, pasando por el lanzado de señuelos o la pesca con buido.





ESPECIE: LUBINA

Denominación científica Familia Otros nombres Dicentrarchus labrax. Serránidos. Robaliza, llobarro, róbalo, llop.

Peso máximo Peso medio Récord IGFA 12 kg.

2 - 4 kg. 9,4 kg. Francia, 1986.

Reproducción La lubina se reproduce entre los meses de enero y marzo, aunque parece ser que en ocasiones también lo hacen después del verano. En esas épocas los ejemplares mayores se acercan a la costa para desovar.

Procedimientos de pesca

Tamaño y tipo de anzuelo Diámetro o resistencia línea Lanzado con señuelo; lanzado pesado, «surf-casting»; ñotador deslizante, buido, deriva. Del n° 2 al 4/0, dependiendo del cebo utilizado. 30 a 35/1 00.

Cebos más adecuados Peces vivos, lanzones, sardina, gambas; señuelos artificiales, no existe problema a la hora de la elección, la lubina come prácticamente cualquier cosa, aunque muestra preferencia por los cebos en movimiento. El cangrejo de muda es uno de los cebos más eficaces.

Lugares aconsejables y costumbres Escolleras, puntas rocosas avanzadas en el mar, parte exterior de los puertos, estuarios y desembocaduras. La lubina puede encontrarse en aguas salobres, pero la mayor parte de su existencia, la pasa en el mar, donde busca aguas batidas y con corrientes.

Mejores épocas de pesca En el Mediterráneo, a partir del mes de noviembre; en el Cantábrico, en primavera y también en otoño.